lunes, 10 de agosto de 2009

Los peligros de tener un concepto negativo del trabajo

Cultura y Sociedad


Los peligros de tener un concepto negativo del trabajo.

Los seguidores del negrito del batey deben saber que trabajo no es sinónimo de castigo.

Por: Blas Alfonso Núñez Tovar
Ingeniero Industrial
E-mail: blasalfonso7@hotmail.com
http://blasalfonso.blogspot.com/

Dios fue, según la historia bíblica, el primero en trabajar, mucho antes de la aparición del pecado, seis días trabajó y el séptimo descansó (Génesis 2:2, Éxodo 31:17); a partir de ahí tambalea la tesis de la relación trabajo – castigo. Hoy mucha gente tiene un concepto para nada agradable acerca del trabajo, puntos de vista variados; pero refutables con la fuerza de los argumentos y que vale la pena analizar.

Siempre ha existido la tendencia a relacionar el trabajo con el castigo o con una especie de “esclavitud”. Se han presentado situaciones inverosímiles. Pablo, el famoso apóstol, escribió en una oportunidad: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”, (2 tesalonicenses 3:10). Parecería una rabieta más de este controvertido personaje sino fuera por el contexto de la expresión y las coyunturas del momento. Al parecer, algunos creyentes, equivocadamente, empezaron a vender sus cosas y dejaron de trabajar con el pretexto de la cercanía de la segunda venida de Cristo.

Usted habrá escuchado a sus vecinos o parientes referirse a otro, como “alguien trabajador”. Pero ¿Qué es una persona trabajadora? La segunda acepción del DRAE (2007) es contundente: “Muy aplicado al trabajo”. De manera que es una persona dedicada. Usualmente este tipo de personas disfrutan su trabajo pues lo ven como un factor motivante y como consecuencia de sentirse siempre productivas, tienden a ser generosas. El concepto de trabajo puede ser abordado desde diversos enfoques. Su definición básica indica que es la medida del esfuerzo hecho por los seres humanos. Para la visión neoclásica de la economía, por ejemplo, es uno de los tres factores de producción, junto a la tierra y al capital. La sociología por su parte, define el trabajo como una actividad social necesaria precisamente para mantener la armonía y lograr la consolidación y desarrollo de cualquier sociedad.

Entre los peligros de tener un concepto negativo del trabajo están la facilidad de caer en actividades ilícitas al derribarse la barrera ética, el fomento y aprehensión de actitudes desfavorables como trabajar sin voluntad; “lo hago porque me toca”, no querer trabajar; “tanta gente desocupada y me vienes a dar trabajo a mí”, “ojala me gane la lotería…”, desear trabajar el menor tiempo posible; “ese trabajo es una esclavitud”, ver el trabajo como un esfuerzo enorme; “esa es mucha lidia” (Usan frases discriminatorias “aquí trabajando como negro”), falta de dinamismo; “siempre lo he hecho así”. No falta el que se convierte en ultra seleccionador de trabajo “ese trabajo no es para mí, ¿Qué dirá mi círculo social?”.

Respecto a lo anteriormente expuesto, no se nos debe olvidar que ningún trabajo es deshonra y que definitivamente todos los pretensiosos dependen de aquellas personas que dignamente realizan actividades menos valoradas por la sociedad, ¿o se los imaginan recogiendo la basura o limpiando las alcantarillas?

Por su parte, los seguidores del negrito del batey deben saber que trabajo no es sinónimo de castigo. Según la canción, “el trabajo lo hizo Dios como castigo”, pero esa es una tergiversación o interpretación inadecuada de los textos bíblicos, específicamente de Génesis 3:19. Cuando usted, estimado lector, castiga a su hijo poniéndole a arreglar su cuarto y recoger sus juguetes, no significa que realizar dichas actividades sea malo, simplemente se usan como estrategia o instrumento de disciplina en un momento específico.

Así las cosas, parece que la única definición de trabajo que les gustaría que existiera en el diccionario, a muchos individuos, sería la del punto de vista de la física, el producto de la fuerza por la distancia que recorre su punto de aplicación, por el coseno del ángulo que forma la una con el otro, esto para no realizar trabajo cuando transporten una caja y el ángulo entre el desplazamiento y la fuerza aplicada sea de 90º. Estos se identifican bastante con el joño mama ron que no le gusta trabajá…

Paradójicamente hay personas trabajando, que no son trabajadoras mientras que otras que si lo son están a la espera de una oportunidad para poner a prueba todo su potencial.

Finalmente recordemos que las personas trabajadoras tienden a conseguir con su esfuerzo las cosas que necesitan y pueden sentirse satisfechos con el fruto de su trabajo. Aquí va una reflexión para los padres, una cosa es la explotación infantil y otra muy distinta enseñar el trabajo como un hábito para el futuro del niño. De todas maneras es más gratificante conseguir las cosas, que tenerlas por razones del destino. Por eso a trabajar, trabajar y trabajar.

Ah y recuerde:

“Sin trabajo no hay descanso. Aquellos que sólo quieren descansar, ¿Cuánto trabajan para conseguirlo?”. José María Vigil.

Acerca de mí

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Riohacha, La Guajira, Colombia
Mi nombre es Blas Alfonso Núñez Tovar, nací en Riohacha, capital del departamento de La Guajira, donde comienza suramérica.